Jaime Gil de Biedma: conversaciones
Jaime Gil de Biedma, Pérez Escohotado, JavierBuena parte de la bibliografía más significativa que se ha publicado estos últimos años coincide en que el meollo, el tuétano de la obra de Gil de Biedma es precisamente la conversación. Así, por ejemplo, la Correspondencia del autor se ha convertido en «el argumento de la obra» en el que, según Andreu Jaume, su editor, «una carta no podía ser sino una prolongación estilizada de la conversación, arte en el que al parecer brillaron todos los miembros de su grupo». Del mismo modo, la evolución de las ideas estéticas de Gil de Biedma puede rastrearse a lo largo de estas Conversaciones como en un friso histórico que permitiera leer sus episodios de forma sucesiva y consecuente; así lo pone de manifiesto James Valender en su último trabajo sobre el poeta: las conversaciones, las entrevistas funcionan en riguroso paralelo con sus preocupaciones teóricas y prácticas sobre la poesía. Túa Blesa, al estudiar «Canción final», un deliberado cierre de la arquitectura de Las personas del verbo (1982), afirma que «todo en la poesía de Gil de Biedma acaba por resultar armónico, incluido el que el poema parezca dicho en una conversación». No dice que sea una conversación, sino que «parezca dicho» en ella.